Viceprimer ministro de Vietnam visita y alienta a voluntarios de las religiones

El viceprimer ministro de Vietnam Vu Duc Dam, subjefe del Comité Directivo Nacional para la Prevención y el Control del Covid-19, alentó la víspera a los voluntarios de las religiones que trabajan en los establecimientos médicos para el tratamiento de pacientes en Ciudad Ho Chi Minh cuando los visitó.

El viceprimer ministro vietnamita Vu Duc Dam alienta a las fuerzas médicas y los voluntarios de las religiones en el hospital de campaña numero 10 (Fotografía: Dinh Nam)
El viceprimer ministro vietnamita Vu Duc Dam alienta a las fuerzas médicas y los voluntarios de las religiones en el hospital de campaña numero 10 (Fotografía: Dinh Nam)

El director del hospital de campaña número 10, en la ciudad de Thu Duc, Nguyen Thanh Vinh, afirmó que el apoyo de voluntarios, incluidos monjes y seguidores religiosos, ha ayudado a muchos pacientes a sobrellevar psicológicamente la enfermedad.

El centro sanitario cuenta con tres mil camas y atiende a más de mil 200 enfermos con la participación de 15 médicos, 70 enfermeras y 50 técnicos de salud.

Duc Dam agradeció la ayuda práctica y oportuna de los voluntarios religiosos al unirse al gobierno municipal en la lucha contra el coronavirus.

El mismo día, el vicepremier vietnamita visitó la cocina de la escuela primaria Luong The Vinh, en la comuna de Binh Tho de la ciudad de Thu Duc, establecida por el venerable Thich Minh Dao, abad de la pagoda Nam Thien Nhat Tru.

La cocina fue abierta a principios de julio y ofrece de cuatro mil a seis mil comidas gratuitas diarias a los hospitales de campaña, las fuerzas antipandémicas, ciudadanos y estudiantes desfavorecidos en la sureña Ciudad Ho Chi Minh y la vecina provincia de Binh Duong.

En las actividades participan numerosos jóvenes, alumnos, milicias y fuerzas de autodefensa.

En respuesta al llamado de la Sangha Budista de Vietnam sobre la implementación de actividades voluntarias contra la pandemia, mil 250 monjes y seguidores budistas y cerca de 300 sacerdotes y católicos están en la primera línea de la batalla contra este mal y en apoyo a las personas en áreas aisladas.