Elevar la responsabilidad social de los periodistas

Este año, los periodistas en todo Vietnam conmemoran el 96 aniversario del Día de la Prensa Revolucionaria (21 de junio) en una circunstancia especial e inolvidable.

Reporteros en el hospital de Bach Mai (Hanói), en ese momento bloqueado debido a la pandemia. (Fotografía: Nhan Dan)
Reporteros en el hospital de Bach Mai (Hanói), en ese momento bloqueado debido a la pandemia. (Fotografía: Nhan Dan)

Es el momento en el que el país se está esforzando al máximo para enfrentar la cuarta oleada del Covid-19, cuya evolución complicada en varias partes provocan incontables dificultades tanto a la economía nacional como la vida y el trabajo de los ciudadanos.

Bajo ese contexto, los periodistas parecen no tener tiempo para celebrar su día, sinocentrarse en el feroz frente antipandémico. Muchos están de guardia las 24 horas del día para mantenerse al tanto de la situación epidemiológica de las localidades y los focos del brote, de ahí que puedan cubrirla de manera oportuna y precisa. El papel crucial de los periodistas se ha fomentado en estos momentos de trascendencia del país.

A medida que la pandemia se vuelve más complicada con cada día que pasa, crece la demanda de la población de actualizarse sobre qué está sucediendo, incluso las noticias de última hora y último minuto. Por eso, el trabajo profesional de los reporteros y órganos de prensa reviste un significado aún mayor. Cubrir la información de manera oportuna, exacta y comprensiva contribuirá en gran parte a hacer comprender a la gente la situación de prevención y control de la pandemia, en especial las dificultades que el Partido, el Estado y las autoridades de diferentes niveles deben vencer en la lucha anti-Covid-19.

El lectorado nacional se ha acostumbrado a ver imágenes de periodistas trabajando en zonas de aislamiento o tratamiento para los pacientes de Covid-19, que son los sitios que implican muy alto riesgo de infección. No obstante, en ellos se aprecian siempre el amor por la profesión a la que se dedican y el espíritu de atreverse para transmitir al público la información más fidedigna y confiable.

Para lograr eso, cada periodista debe seguir “cultivándose” a sí mismo y promoviendo aún más el sentido de responsabilidad hacia la sociedad y la comunidad. Es uno de los elementos más importantes que hacen de él o ella un profesional exitoso.

Durante las pasadas cuatro oleadas de la pandemia, la solidaridad social del contingente de dicho sector se ha mostrado más estrecha que nunca. Mientras que cada brote estalló con más adversidades que el predecesor, el amor por la profesión, la actitud responsable y el entusiasmo no se desvanecieron. Al contrario, los periodistas entraron en la lucha antiepidémica con una nueva determinación basada en el noble principio de responsabilidad social.

Los órganos de prensa siguieron publicando sobre la evolución de la enfermedad en cuestión, particularmente los puntos candentes, focos del brote y riesgos de contagio comunitario, proveyendo así una base fundamental de información para que los lectores supieran y tomasen efectivamente las medidas de cautela.

Más importante aún, divulgaron ampliamente acerca de los lineamientos, decisiones y acciones drásticas del Partido, el Gobierno y todo el sistema político a lo largo de la batalla contra la pandemia. De este modo, los ciudadanos se mantuvieron al corriente de la situación y depositaron siempre su confianza en las pautas del Partido y el Estado cuando el país se hallaba en momentos desfavorables.

En fin, los medios de comunicación en el país y sus empleados se enfrentaron a la cuarta oleada pandémica de manera más serena, pues realizaron con excelencia la labor de comunicación sobre la prevención y el control del mal, a la vez que resaltaron otra tarea de igual importancia, la de recuperar el desarrollo socioeconómico.

En medio de las tensiones a raíz del Covid-19, la responsabilidad de los periodistas hacia la sociedad se vio cada vez más elevada y demostrada. La misma se expresa en la honestidad y la humanidad, así como en el hecho de respetar los intereses compartidos de la comunidad y colocar en el primer lugar los beneficios de la nación. Constituye una cualidad que se debe valorar y promover en cada persona involucrada en esta ocupación, particularmente en el actual contexto en que el “boom” de la tecnología de la información y las redes sociales genera impactos multifacéticos a la actividad periodística.

Para ser siempre consciente de conservar y aumentar su sentido de responsabilidad social, cada periodista debe cumplir y promover lo mejor posible su ciudadanía, o sea, recibir, procesar y verificar las noticias de manera correcta y no apresurada. Esto sirve de base para una diseminación de información responsable con la sociedad, el país y los lectores.

En paralelo, los órganos de prensa necesitan rechazar categóricamente la información falsa y tergiversada, al tiempo que centrarse en la humanidad y nutrir los valores positivos durante su cobertura de las prácticas de la vida, a fin de orientar al público hacia las cosas buenas.

Los esfuerzos consistentes de esas entidades durante el proceso de información a través de los medios son un trabajo profesional de carácter transcendental que guía al lectorado hacia los valores de la verdad, bondad y belleza. Y son también una tarea sagrada de los periodistas nacionales en el camino de construcción de una prensa revolucionaria de Vietnam cada vez más moderna, humana y por los objetivos progresistas.