La industria cultural eleva el poder blando de la nación

Numerosos espectadores eran miembros del cuerpo diplomático acreditados en Vietnam, muchos de ellos de Estados Unidos y varios países europeos.  

Muchos japoneses pueden cantar "Diem Xua" (Tú, mi profundo amor) en su idioma natal. 

El ex embajador de Nueva Zelanda en Hanói, Haike Manning, realizó el MV "Hay Yeu Nhau Di” (Amarnos unos a otros), antes de terminar su misión. 

La tripulación del portaaviones estadounidense USS Theodore Roosevelt cantó "Noi Vong Tay Lon” (El Gran Ciclo de Vietnam) cuando atracó en la ciudad de Da Nang. Les encanta la música de Trinh Cong Son, la cantan y transmiten ese amor a sus compatriotas.

No es raro encontrar a jóvenes compositores o cantantes cuya reputación trasciende las fronteras nacionales. Podemos mencionar a Son Tung M-TP, Suboi, BinZ, Vu Cat Tuong y My Tam, vocalistas favoritos en festivales musicales de Asia y en plataformas digitales. Si la música de Trinh Cong Son, con sus canciones de protesta antibélicas al estilo de Bob Dylan o melodías líricas, y con una profunda filosofía sobre la vida, es conocida por muchas generaciones, las creaciones musicales de jóvenes artistas conquistan al público con una novedosa tecnología de interpretación, un moderno proceso de producción y plataformas de distribución transfronterizas. La industria musical en Vietnam crece poco a poco.

Los productos artesanales de Vietnam vienen reafirmando su valor en los mercados internacionales desde hace mucho tiempo. La cerámica de Bat Trang ha estado en las salas de muchos hogares de todo el mundo y se ha colado en tiendas de decoración interior de grandes marcas como Zara Home, Ikea y H&M. 

A su vez, la cerámica de Chu Dau se ha presentado en salas expositivas de numerosos países, como el Museo Metropolitano de Arte (Nueva York, Estados Unidos), el Museo Nacional de Kioto (Japón), el Museo Británico (Londres, Reino Unido), y el Museo del Palacio de Tokapi Saray (Estambul, Turquía).

Mientras, los bordados XQ, la seda de My A y las pinturas de laca de Hanoia han sido objetos de recuerdo muy apreciados por los turistas internacionales. A la Embajada de Estados Unidos, al Instituto Goethe y a varias organizaciones internacionales les encanta contar historias sobre la cultura vietnamita a través de los mosaicos de seda de Vun Art.

En cuanto a la cinematografía vietnamita, aunque no es una pieza de gran peso, ha recibido premios en prestigiosos festivales internacionales, como el de Berlín y el de Busán. Entretanto, obras de pintores vietnamitas han sido bien valoradas por coleccionistas del mundo.

De las 12 industrias culturales, quizás el software y los juegos de entretenimiento dejan las improntas más profundas. Las estadísticas corroboran que por cada 25 juegos descargados a nivel mundial, uno se produce en Vietnam, y los ingresos de la publicidad de los estudios de producción y distribución de juegos de este país se encuentran entre los más altos del mundo. Vietnam tiene actualmente 430 mil desarrolladores de juegos, siete de cada 10 apuntan al mercado internacional.

En la industria de eventos, varios programas han dejado una fuerte impresión en la prensa internacional, tales como las interpretaciones de artes folclóricas a cielo abierto "Memoria de Hoi An", el circo tradicional “Lang Toi” (Mi aldea) o el espectáculo cultural “A O Show”. Estos eventos no solo son un gran atractivo para los turistas, sino que también contribuyen a reafirmar la posición de Vietnam en esta naciente industria.

La ola cultural surcoreana Hallyu es un ejemplo convincente del poder blando nacional. 

Solo unas pocas décadas después de desplegar de manera metódica una   estrategia de desarrollo, la industria cultural surcoreana se ha extendido como una ola por todo el planeta con música, películas, dramas e incluso estilos de moda.

Para entender la cultura, escuchar la música, ver películas de Corea del Sur y entablar amistad con los surcoreanos, numerosas personas en todo el mundo aprenden el idioma coreano.

Un “ao dai”, un sombrero cónico, un tazón de “pho” o una porción de “bun cha” regalan con facilidad una imagen típica de la marca vietnamita. También un producto de diseño gráfico, una imagen, una película o una pieza musical ayudan a difundir ampliamente la imagen del país, la gente y los valores humanos del país. 

Si estos productos son difundidos y ampliamente consumidos en los mercados internacionales, los valores culturales de Vietnam ejercerán una apreciable influencia en esos países, como lo han hecho Corea del Sur o Japón.

Desde luego, Vietnam necesita desarrollar una estrategia bien definida, con la participación sincronizada de todas las partes relevantes, pero no debe invertir en todas las 12 industrias culturales, sino centrarse en varias que son clave y de alto potencial.

El país indochino debe plantearse un objetivo común y unificado que sirva como guía de desarrollo para todas las manifestaciones culturales. Si Corea del Sur se vale de la cultura para aumentar las exportaciones, Vietnam apunta a estimular el turismo internacional a través de la promoción cultural. Con ventajas en geografía, naturaleza y características culturales destacadas, la industria del ocio será una palanca para las actividades culturales.

Vietnam apunta a que la industria cultural represente a mediano plazo el siete por ciento del PIB, un objetivo muy ambicioso que requiere un pronto plan de acción.

Redacción: Le Quoc Vinh, presidente de Le Group of Companies y del Club de Emprendedores Creativos
Presentación: Phung Trang - Phan Anh
Fotografía: Periódico Nhan Dan, Thanh Dat, My Ha, Thanh Lam, Thanh The, VNA, Museo de Bellas Artes de Vietnam
Traducción: Thanh Hang – Trang Ngan