Proyectan Cuba y Rusia consolidar su asociación tradicional y estratégica

El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, visitó la Federación Rusa apenas tres semanas después del viaje del primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, a la isla caribeña. Las continuas actividades diplomáticas de alto nivel entre los dos países contribuyen a la profundización de los lazos bilaterales de amistad tradicional y cooperación integral, y resaltan los nexos estratégicos entre ambas naciones, leales y fiables, sin depender de las fluctuaciones del mundo.

 El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez (D), y el primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev. (Fotografía: prensa-latina.cu)
El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez (D), y el primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev. (Fotografía: prensa-latina.cu)

La visita oficial a Rusia, del 27 al 30 de octubre, fue la primera al extranjero de Miguel Díaz-Canel después de ser ratificado como jefe de Estado, según lo establecido en la nueva Constitución aprobada en febrero del presente año.

Con anterioridad, el 3 y el 4 de octubre, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev cumplió exitosamente una amplia agenda de trabajo en Cuba durante una visita que calificó de “amistosa y práctica”.

Las actividades diplomáticas de alto nivel, con dos viajes de altos dirigentes de ambos países a sus respectivos territorios en apenas un mes, evidencian la aspiración de La Habana y Moscú de consolidar la cooperación estratégica entre ambos países, como socios tradicionales.

Medvedev es el primer líder de Rusia en visitar Cuba después de la visita de suma importancia a La Habana, realizada en 2014 por el mandatario ruso, Vladimir Putin.

El jefe de Gobierno del país euroasiático llegó a la Mayor de las Antillas en vísperas de la reunión especial del Parlamento cubano, que sesionó el 10 de octubre, durante la cual fueron electos los nuevos dirigentes de ese país.

Entretanto, Díaz-Canel describió de “simbólico” y un “mensaje” sobre las relaciones cercanas entre ambas naciones su viaje a Rusia, realizado durante su primer periplo en el extranjero en calidad de presidente de la isla caribeña.

Esas actividades reflejan las prioridades estratégicas en la política exterior de La Habana y Moscú, y responden al objetivo de reforzar la colaboración tradicional, a fin de crear una premisa para lograr nexos binacionales más coherentes y eficientes en el nuevo período.

La amistad tradicional, la cooperación y el apoyo mutuo sentaron la base de la una nueva asociación estratégica ruso-cubana.

Aunque lejos geográficamente, Cuba y Rusia han sido aliados desde la Guerra Fría. Las dos partes mantienen vínculos estrechos en diversos campos, especialmente en la política y la economía, así como en los asuntos regionales e internacionales.

Rusia muestra su apoyo a la posición independiente de Cuba y su política soberana, al tiempo que se opone al ilegal e injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra el país caribeño durante las últimas seis décadas.

El Gobierno ruso decidió condonar el 90 por ciento de la deuda que La Habana mantenía con Moscú, ascendente a unos 35 mil millones de dólares, para abrir una nueva era de cooperación bilateral.

La intensificación de las visitas mutuas se produce en el contexto de que ambos países deben enfrentar numerosas dificultades, causadas por el recrudecimiento del embargo por parte del Gobierno estadounidense.

Cuba se enfrenta en la actualidad a la escasez de combustible generada por las sanciones de la administración de Donald Trump contra la industria petrolera de Venezuela, principal fuente de crudo para la isla.

Durante los últimos cinco años, Moscú también ha sufrido continuas medidas impuestas por ciertas naciones occidentales, incluido Estados Unidos, para sancionar a ese país, después de la adhesión de Crimea a la Federación Rusa.

Actualmente, la nación euroasiática encuentra oportunidades de negocios en un momento en que la isla caribeña ha iniciado una nueva etapa, con la entrada en vigencia de la nueva Constitución, de conformidad con el sendero de desarrollo del país y en medio de los cambios de la coyuntura global.

El impulso de los vínculos con los socios tradicionales, incluido Cuba, permitirá a Rusia a elevar su influencia en América Latina.

Mientras, el fortalecimiento de los lazos de asociación cercana, igualitaria y de beneficio recíproco con Moscú, ayudará a La Habana en el desarrollo de su economía, así como en la lucha contra al bloqueo que el Gobierno estadounidense ejerce contra la isla.

Sobre la base de la amistad tradicional, los dos países cuentan con muchas ventajas para ampliar la cooperación en áreas estratégicas.

En concreto, en ocasión de la visita del estadista cubano al territorio ruso, ambas partes firmaron una serie de acuerdos y proyectos, con vistas a fomentar la colaboración binacional en casi todas las esferas, desde la política y la economía hasta la tecnología militar, la cultura y el turismo.