Rusia en sus intentos por consolidar su influencia en Oriente Medio

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, realizó recientemente un periplo por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), muy esperado por las partes.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz. (Fotografía: TASS)
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz. (Fotografía: TASS)

Este acontecimiento se produjo en medio del reforzamiento de la cooperación del país euroasiático con potencias petroleras en Oriente Medio, con el fin de estabilizar el precio del crudo y encontrar soluciones a los temas críticos de la región.

Este fue el primer viaje del mandatario ruso a Arabia Saudita desde 2007. Las relaciones entre Riad y Moscú han mejorado en los últimos años, en especial con el acuerdo firmado por ambas naciones en cuanto al recorte del volumen de producción petrolera para impedir la caída de sus precios en perjuicio de sus respectivas economías.

Mientras, la colaboración entre Rusia y la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Arabia Saudita es miembro fundador, ha contribuido a estabilizar el valor del crudo en los últimos tiempos. Moscú y Riad acordaron mantener la cooperación para regular el mercado petrolero mundial con la disminución de la producción de este rubro.

Rusia y Arabia Saudita intentan fomentar la cooperación en energía, inversión, seguridad e industria aeroespacial. En vísperas del recorrido de Putin, el Fondo ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) informó sobre la apertura de una representación en el territorio saudí, para buscar crear cambios innovadores en diversos sectores. Esta entidad y el Fondo Público de Inversión de Arabia Saudita formaron una operación mixta para financiar numerosos proyectos conjuntos.

Ambas partes colocan capital en más de 24 planes ratificados con un valor superior a dos mil 500 millones de dólares en distintas esferas como inteligencia artificial, medicamentos e infraestructuras.

El RDIF y la empresa de energía saudí Aramco abogaron por desplegar algunos proyectos de servicios petroleros estimados en más de mil millones de dólares. En un contexto en que dos refinerías de petróleo de Aramco fueron destruidas por drones, el impulso de los nexos entre las dos naciones contribuirá a garantizar los beneficios recíprocos.

En el marco de la visita del mandatario ruso al reino saudí, ambos países rubricaron veinte acuerdos en campos de energía, industria aeroespacial, exportación agrícola y de alimentos, comercio, ciencia y tecnología, y sanidad. También establecieron en esta ocasión el Consejo Económico Ruso-Saudita.

Con respecto a la industria aeroespacial, el director general de la corporación espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, anunció que su entidad planea desplegar instalaciones del sistema de posicionamiento global Glonass en los territorios de Arabia Saudita y de algunas otras naciones del golfo Pérsico.

Las dos partes también debatieron un proyecto para lanzar satélites espaciales desde el territorio de Arabia Saudita utilizando la tecnología rusa.

Se trata de un paso importante que abre la puerta a la cooperación entre Rusia y un socio importante en Oriente Medio, en un contexto en que el país euroasiático enfrenta las sanciones de Occidente, y al mismo tiempo confirma su rol en esta región.

Los factores geopolíticos también constituyen el objetivo estratégico prioritario de Rusia. Esta nación ha afirmado cada vez más su papel para encontrar una solución a la cuestión siria o mediar entre Irán y Arabia Saudita para superar la escalada de tensiones que atraviesan esos dos países.

En otro suceso, el trío de mediadores -Rusia, Turquía e Irán- también establecieron un mecanismo de diálogo en Astaná (Kazajistán), a fin de buscar una salida a la crisis siria.

Moscú también actúa como mediador para aliviar las tensiones entre Siria y Turquía. Esta es la razón por la cual diversos eventos regionales centraron las conversaciones entre el dirigente ruso y los líderes de Arabia Saudita y EAU.

En las conversaciones, el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, y el príncipe heredero, Mohammad bin Salman, ratificaron su deseo de trabajar con la parte rusa para lograr la paz, la estabilidad y la seguridad, así como para luchar contra el terrorismo y el extremismo y promover el crecimiento económico.

A su vez, el mandatario ruso destacó en este encuentro el papel clave de la coordinación bilateral para reforzar la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio y el norte de África.

Con su propio enfoque, Rusia busca consolidar su influencia en una región que siempre ha sido un ‘punto candente’ en el mapa mundial.