Violencia con armas, un gran problema en Estados Unidos

El desacuerdo entre demócratas y republicanos en el Congreso de Estados Unidos (EE.UU) sobre el control de armas se profundiza después de cada tiroteo masivo. En un contexto en que la violencia armada se agrava cada día más, la atascada aprobación por los congresistas de un paquete de medidas de control de armas plantea un gran desafío a la administración del presidente Joe Biden.

La gente reza por las víctimas de un tiroteo ocurrido en marzo de 2021 en Calorado, EE.UU. (Fotografía: Reuters)
La gente reza por las víctimas de un tiroteo ocurrido en marzo de 2021 en Calorado, EE.UU. (Fotografía: Reuters)

Los frecuentes tiroteos en los últimos tiempos han sacudido a EE.UU. A 10 días de un tiroteo en un supermercado en la ciudad de Buffalo, en Nueva York, que dejó un saldo de diez muertos, se produjo otra masacre en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, con un saldo de 19 niños y dos maestros muertos.

Según estadísticas, la violencia con armas en EE.UU se ha cobrado la vida de 18 mil personas, incluidos casi 10 mil 300 suicidios. Solo en los últimos tres días, al menos 124 personas murieron y 325 resultaron heridas en más de 300 tiroteos documentados en ese país. Las armas superaron a los accidentes automovilísticos y ya son la principal causa de muerte de niños y adolescentes estadounidenses.

Presionado para frenar este flagelo, el presidente Joe Biden se comprometió a endurecer las regulaciones sobre el control de armas. El mandatario llamó al Congreso a prohibir las armas de asalto, ampliar las verificaciones de antecedentes de los compradores y a tomar medidas para reforzar el control de armas.

El inquilino de la Casa Blanca propuso la adopción de una serie de medidas previamente rechazadas por los republicanos. En concreto, pidió que se prohíban las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y, adicionalmente, propuso aumentar de 18 a 21 años la edad para comprarlas.

También solicitó revocar el escudo de responsabilidad que a menudo protege a los fabricantes de armas de ser demandados por la muerte y destrucción causada por sus productos. Instó, además, a los republicanos a permitir que la legislación sobre medidas de control de armas se someta a votación en el Congreso.

Un grupo de senadores continuó las discusiones alrededor de un paquete legislativo para abordar la violencia armada. Según medios de prensa, las conversaciones se centraron en la legislación para aumentar la edad permitida para adquirir armas o autorizar que la policía decomise armamentos de personas peligrosas. Sin embargo, no hablaron sobre la prohibición total de armamentos como los utilizados en la masacre en Uvalde o el ataque a afroamericanos en el supermercado de Buffalo.

Esas conversaciones generaron esperanzas de un raro acuerdo bipartidista en el Congreso estadounidense sobre temas relacionados con la posesión de armas. Sin embargo, los congresistas republicanos que apoyan el derecho a portar armas bajo la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense rechazaron propuestas como la de prohibir las armas de asalto, que se utilizan en muchos tiroteos masivos en el país.

Mientras los demócratas dijeron que debería haber menos armas y restringir más su uso como medio de seguridad, los republicanos consideraron sacrosantos los derechos de llevarlas y calificaron de inconstitucional cualquier esfuerzo para limitarlas. A juicio de los congresistas republicanos, la actual violencia armada plantea la necesidad de más armas, sobre todo en las escuelas.

El estancamiento en el Congreso de una solución al problema demuestra que la legislatura apenas ha reaccionado ante el aumento de la violencia por los tiroteos masivos. El senador por Connecticut Chris Murphy, dijo las negociaciones han sido muy serias y que cada vez más republicanos están interesados en encontrar una solución adecuada.

Mientras, el senador republicano John Cornyn pidió a Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, que dé más tiempo a las conversaciones para lograr un paquete legislativo de alto consenso que luego sea promulgado como ley por el presidente.

La avalancha de tragedias causadas por la violencia con armas tienen un impacto negativo en la vida social estadounidense, haciendo sonar las alarmas y aumentando la presión sobre la administración de Biden para que aborde este controvertido tema.