La cumbre se llevó a cabo en un momento en que el continente enfrenta el riesgo de una crisis humanitaria cada vez más profunda debido a los impactos económicos y sociales de la pandemia de Covid-19, los desastres naturales y los conflictos armados. El jefe de Estado de Senegal y presidente de turno de la UA, Macky Sall, enfatizó que “el destino de millones de migrantes requiere un proceso de desarrollo inclusivo que cumpla con los principios de igualdad social”.
Sall exhortó a fortalecer las campañas para aumentar recursos de la Capacidad Africana para la Gestión de Riesgos (ARC) con el fin de adaptarse de forma más efectiva a las emergencias causadas por desastres naturales.
Por su parte, el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, resaltó el "papel de la acción colectiva" para atajar las emergencias humanitarias en África. Dijo que en los 15 países africanos más afectados, 113 millones de personas esperan ayuda urgente.
Justo antes de la cumbre, el Cuerno de África, desde el sur de Etiopía hasta el norte de Kenia y Somalia, sufrió la sequía más severa en los últimos 40 años, poniendo a 20 millones de personas en la región en riesgo de enfrentar una grave escasez de alimentos. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), el número de personas hambrientas debido a la sequía en este territorio podría aumentar de la actual estimación de 14 millones a 20 millones a finales de 2022.
La directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia, Catherine Russell, dijo que 10 millones de niños en Yibuti, Etiopía, Kenia y Somalia necesitan asistencia básica. Un total de 1,7 millones de infantes en el Cuerno de África están severamente desnutridos. Según ella, la falta de agua potable es la causa del aumento del riesgo de enfermedades en los niños. Además, cientos de miles tienen que abandonar la escuela y muchos deben caminar largas distancias para encontrar agua y comida.
Según los expertos, además de los desastres naturales y las epidemias, la situación de emergencia en el Cuerno de África se torna más grave debido al conflicto en Ucrania, que ha provocado la escalada de los precios de los alimentos y los combustibles y la interrupción de las cadenas de suministros. Con el fin de reducir la pobreza, la ONU y las organizaciones internacionales han aumentado la ayuda a los países africanos.
Akinwumi Adesina, presidente del Banco Africano de Desarrollo (AfDB), apuntó que la entidad ha destinado mil 500 millones de dólares para prevenir la crisis alimentaria en África. Este plan beneficiará a 20 millones de agricultores africanos, quienes recibirán semillas y tecnología para producir lo más pronto posible 38 millones de toneladas de alimentos.
En 2021, el Producto Interno Bruto de África creció un notable 6,9 por ciento, pero el AfDB pronosticó que este año la economía ralentizará a 4,1 por ciento, mientras la tasa de inflación subirá al 13,5 por ciento en comparación con el 13 por ciento de 2021.
La Cumbre evidenció la determinación de la UA de continuar los esfuerzos para estabilizar la situación de los migrantes y otros grupos afectados. Pero también la ONU y la comunidad internacional deben tomar medidas inmediatas para ayudar a los países africanos a salir pronto de la pobreza y a prevenir los desastres humanitarios.
