El conflicto armado entre Rusia y Ucrania pone a la UE ante varios grandes desafíos, como la falta de suministro de energía, el aumento de la inflación, los desacuerdos sobre política exterior entre los miembros de la organización. Antes de la reunión de alto nivel, dos miembros de la UE, Italia y Hungría, propusieron que el bloque llame de forma pública a un alto el fuego en Ucrania y lleve a cabo conversaciones de paz con Rusia.
En una reciente reunión de embajadores de la UE, el jefe de la misión de Italia pidió cambiar el contenido del borrador de declaración conjunta posterior a la Cumbre, en la que se sugería mencionar las conversaciones de paz y considerar “el cese de las hostilidades como uno de los objetivos principales de los Veintisiete”.
Sin embargo, los líderes de la UE y muchos otros miembros del bloque aún mantienen una postura firme contra Moscú. En un discurso en el Foro Económico Mundial celebrado en la ciudad suiza de Davos, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, mostró una postura dura hacia Rusia y no hizo ninguna referencia a las conversaciones de paz. Mientras tanto, los estados bálticos y Polonia apuestan por una postura firme contra Rusia. Letonia incluso solicitó una mayor ayuda militar a Ucrania.
La CE propuso un embargo sobre el petróleo ruso después que Moscú lanzara la campaña militar en Ucrania.
Hasta el momento, las discusiones no han logrado avances debido a las objeciones húngaras. Sin embargo, el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, dijo que la UE aún puede llegar a un acuerdo sobre el embargo al petróleo ruso en los próximos días, o encontrar otras herramientas.
Habeck destacó que todos los estados miembros de la UE deben reducir su dependencia del petróleo ruso, incluida Hungría. Si esto se considera la base para las discusiones, es completamente posible llegar a un acuerdo en la Cumbre de la UE. Para resolver el "problema de la energía", el bloque ha coordinado con Estados Unidos para persuadir a los países productores de petróleo y gas para que aumenten la producción, calmando el mercado mundial de esos rubros.
Otra cuestión espinosa en la agenda de esta Cumbre es la admisión de Ucrania al bloque. Antes de la reunión, el ministro francés de Asuntos europeos, Clément Beaune, mostró su preocupación. “Hay que ser honestos. Si decimos que Ucrania se unirá a la UE en seis meses, un año o dos, no será cierto. Probablemente tomará 15 o 20 años,” dijo.
Con anterioridad, el presidente francés, Emmanuel Macron, propuso una Comunidad Política Europea menos vinculada para ayudar a acelerar el ingreso de Ucrania a la UE. No obstante, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no se mostró entusiasmado con el plan, sino que enfatizó que era necesario "iniciar de inmediato los procedimientos para que Kiev entre en la UE".
Además de dichos dilemas, los líderes de la UE deben encontrar una voz común para importantes cuestiones de seguridad convencionales y no convencionales en el contexto que la ofensiva de Rusia contra Ucrania causa serios problemas de seguridad a muchos miembros de la UE, especialmente a los países nórdicos.
Por otro lado, cuando la pandemia de Covid-19 está bajo control, aparece la viruela del mono y "arroja una sombra oscura" sobre las perspectivas económicas de la región. Para reforzar la capacidad de defensa, la CE aprobó el segundo programa de trabajo anual del Fondo Europeo de Defensa con un presupuesto de 924 millones de euros.
En consecuencia, la CE desembolsa capital adicional para invertir y mejorar la capacidad de defensa estratégica. En respuesta al riesgo de la enfermedad, justo antes de esta Cumbre, los miembros de la UE decidieron comprar vacunas y medicamentos antivirales contra la viruela del mono, que se está extendiendo en el "viejo continente".
Los 27 estados miembros del bloque acordaron que la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias actuará en su nombre para comprar la vacuna contra la enfermedad. Los procedimientos específicos se determinarán con los estados miembros en los próximos días.
Desde la crisis financiera mundial en 2008, la "gran familia de la UE" ha sufrido consecutivas situaciones graves como la de la deuda, la crisis migratoria y la pandemia de Covid-19 y las ha superado todas. Los desafíos de la seguridad energética, la seguridad tradicional y no tradicional mencionados exigen una vez más que la UE se una para encontrar el consenso sobre los problemas regionales y sobrepasar con éxito la tormenta.
