Ambicioso plan de Estados Unidos

La iniciativa “Marco Económico del Indo-Pacífico” (IPEF, por sus siglas en inglés) fue planteada por primera vez por el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, en la Cumbre de Asia Oriental en octubre de 2021. Con el deseo de fortalecer su posición y diversificar la cooperación por vía de la colaboración económica, EE. UU. está tomando medidas activas para acrecentar la conectividad con los países de la región.

El presidente estadounidense, Joe Biden, en la Cumbre Especial Asean-EE.UU. (Foto: VNA)
El presidente estadounidense, Joe Biden, en la Cumbre Especial Asean-EE.UU. (Foto: VNA)

Biden realiza su primera visita a Asia desde que asumió el cargo. La gira se considera el lanzamiento de la nueva estrategia económica del país norteamericano para la región del Indo-Pacífico, en un contexto en que EE. UU. ha desatendido en los últimos años la cooperación económica con la región, enfocándose más en los esfuerzos por mejorar la seguridad con la formación de una alianza estratégica militar con Australia y Reino Unido, o el mecanismo del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral con Australia, la India y Japón. Después de retirarse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, EE.UU. aún no ha presentado una estrategia económica clara en la región.

Los detalles del IPEF no han sido anunciados por Washington, pero según los analistas, esta podría ser una nueva iniciativa estadounidense para promover la cooperación con aliados y socios en la región, en los campos de comercio, economía digital, cadenas de suministro, descarbonización, así como inversión en infraestructura de alta calidad.

La nueva estrategia económica en el Indo-Pacífico está siendo impulsada por Joe Biden durante la visita a Corea del Sur y Japón, dos aliados cercanos en el noreste de Asia.

Con motivo del viaje del presidente estadounidense a Seúl, EE.UU. y Corea del Sur lanzaron el "diálogo de seguridad económica". El presidente surcoreano, Yoon Seok-yeol, enfatizó que la alianza de los dos países debe desarrollarse de acuerdo con la "era de la seguridad económica". Las partes acordaron establecer un canal de diálogo entre el jefe del Gabinete de la Casa Blanca y su par sudcoreano para coordinar políticas en los campos de tecnología avanzada y cadenas de suministro, con la intención de resolver los problemas que afectan a la "Alianza tecnológica entre EE.UU. y Corea del Sur".

Biden informará los detalles del IPEF hoy en la visita oficial a Japón para asistir a la cumbre del Cuarteto en Tokio. El contenido del IPEF se centrará en cuatro pilares: comercio justo; resiliencia de la cadena de suministro; infraestructura y remoción de carbono; fiscalidad y anticorrupción. Japón interpreta al IPEF como una medida reveladora del compromiso activo de EE. UU. en la región.

En la Estrategia del Indo-Pacífico Libre y Abierto anunciada en febrero, EE. UU. aseguró que se enfocará en todas las áreas, desde el noreste de Asia hasta el sudeste de Asia, desde el sur de Asia hasta Oceanía, incluidas las islas del Océano Pacífico.

Pero es visible que el Sudeste Asiático juega un papel central en la estrategia del Indo-Pacífico de EE.UU, como se evidenció en la reciente Cumbre Especial Asean-EE. UU. en Washington con motivo del 45 aniversario del establecimiento de la asociación de diálogo entre las partes.

El presidente estadounidense resaltó que la reunión marcó el comienzo de una "nueva era" en las relaciones entre EE.UU. y Asean. Lo más destacado de la Cumbre fue una Declaración de Visión Conjunta que formuló votos por mejorar los nexos bilaterales mediante una Asociación Estratégica Integral. Similitudes entre la visión de la Asean para el Indo-Pacífico y la estrategia de EE. UU. para una arquitectura regional abierta, inclusiva y basada en reglas, con la Asean como centro, son una base sólida para que las partes decidan elevar el nivel de sus vínculos.

El plan económico de EE.UU. para la región del Indo-Pacífico es prometedor. Tales son las metas y compromisos, pero el éxito o fracaso de la estrategia depende en gran medida de los esfuerzos y acciones reales de la nación norteamericana, así como del apoyo de otros países, por el objetivo común de una región abierta, conectada, próspera, resiliente y segura.