Elecciones presidenciales determinarán el curso de Francia

La carrera de "dos caballos" hacia el Palacio del Elíseo en Francia entre el presidente saliente Emmanuel Macron y la candidata de ultraderecha Marine Le Pen está llegando a su fin. Con opiniones políticas muy divergentes, el resultado de las elecciones determinará la dirección de desarrollo y el futuro del país galo en los próximos años.

(Fotografía: REUTERS)
(Fotografía: REUTERS)

Francia entra en un momento importante para elegir a su líder en el próximo lustro (2022-2027).

Justo antes de la segunda vuelta de las elecciones, Emmanuel Macron y Marine Le Pen se encontraron cara a cara en un debate en vivo por televisión. En las últimas horas de los comicios, ambos candidatos intentaron captar a quienes apoyaban al líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, eliminado en la primera vuelta.

Los analistas dicen que el electorado de Jean-Luc Melenchon será la "clave del éxito" para determinar la carrera entre Macron y Le Pen en esta segunda ronda.

Los resultados de las últimas encuestas de opinión muestran que Macron tiene ventaja sobre Le Pen con un promedio de 55,83 por ciento, un aumento de un punto porcentual en comparación con las cifras publicadas el 15 de abril.

Mientras tanto, los últimos sondeos de Opinion Way và Ipsos dan a Macron en torno al 55-56 por ciento de los votos, el nivel más alto desde antes de la primera vuelta de las elecciones. Sin embargo, su rival, Le Pen todavía tiene la oportunidad de remontar esta campaña, porque la brecha entre los dos candidatos no es demasiado grande. Esto hace que los comicios de este año sean tensos hasta el último minuto.

Durante el debate llevado a cabo el 20 de abril, así como durante el proceso electoral, los dos candidatos presidenciales expresaron puntos de vista muy contrarios sobre los asuntos económicos, políticos y exteriores que determinan el futuro de Francia en el próximo mandato.

Macron aboga por implementar grandes proyectos en educación y salud para mejorar la vida de los ciudadanos. Afirmó que convertiría a Francia en "una potencia ecológica en el siglo XXI" y que sus medidas ayudarán a elevar los ingresos de las personas de manera más efectiva que la de su contrincante. También prometió que, si es reelegido, no subirá los impuestos y aumentará en 2031 la edad de jubilación cuatro meses cada año hasta 65 años. Al mismo tiempo, resaltó el logro de su mandato de reducir la tasa de desempleo al nivel más bajo en los últimos 13 años.

Por su parte, Le Pen refuta las opiniones de su rival. Defendió la política de fijar la edad de jubilación de los trabajadores en 60 años y se comprometió a tomar medidas para reducir el costo de vida. Afirmó que lo haría mejor que Macron para elevar la remuneración del trabajo y aumentar el poder adquisitivo de los consumidores.

En materia de migración, la candidata de ultraderecha enfatizó la necesidad de realizar un referéndum sobre la recepción de migrantes y de resolver el programa migratorio, que calificó de "caótico". Mientras tanto, Macron dijo que un referéndum "no cambiaría nada" y que este tema dependía de la cooperación con otros países.

Los dos candidatos también muestran discrepancias en materia de política exterior. Macron valoró altamente el papel de la cooperación dentro de la Unión Europea (UE), que es evidente en la distribución de vacunas anti-Covid-19 entre los países en la región. Mientras tanto, Le Pen dijo que el bloque necesita reformas e hizo hincapié en que Francia es una potencia mundial, no solo una de Europa.

Las elecciones atrajeron la atención no solo de los votantes franceses, sino también de la opinión pública europea e internacional. Varios dirigentes europeos expresaron su apoyo a Macron. En un artículo publicado el 21 de abril en el diario Le Monde, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro portugués, Antonio Costa, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, destacaron que el país galo se enfrenta a "una elección entre un candidato democrático y un candidato de extrema derecha". Los líderes de Alemania y Portugal expresaron su esperanza de que los votantes elijan una Francia que ha sido un "faro de la democracia". La prensa francesa informó que desde las 0:00 horas del 23 de abril, las campañas electorales de los dos candidatos se detuvieron para dar a los votantes tiempo a pensar y considerar sus opciones para el futuro de Francia y de ellos mismos en los años venideros.

Ahora se han completado los procedimientos finales para garantizar unas elecciones transparentes, democráticas y seguras. Las mesas electorales están listos a recibir a los primeros electores en la mañana del 24 de abril.

Las elecciones presidenciales de Francia se llevan a cabo cuando la nación enfrenta muchas dificultades económicas debido a la pandemia de Covid-19 y en medio de grades cambios del orden regional y mundial debido al conflicto Rusia-Ucrania, lo que exige al país galo y a la UE en general mostrar su peso en los asuntos internacionales.

Por tener los dos candidatos presidenciales puntos de vista diferentes e incluso opuestos, los votos de los electores franceses para elegir al próximo inquilino del Palacio del Elíseo serán decisivos para el futuro del país en particular y de la UE en general.