Estrategia para garantizar la seguridad energética de la UE

El desarrollo de una estrategia de seguridad energética es uno de los temas que impulsan los líderes de la Unión Europea (UE) para reducir la dependencia de los suministros rusos. Este es también un tema candente discutido en la Cumbre de la UE con sede ayer y hoy en Bruselas, la capital de Bélgica, en medio de la constante escalada de los precios de la energía.

Sistema de gasoductos del Grupo ruso Gazprom hacia Europa. (Fotografía: EPA/VNA)
Sistema de gasoductos del Grupo ruso Gazprom hacia Europa. (Fotografía: EPA/VNA)

Los precios del oro negro continúan subiendo a raíz de las preocupaciones sobre la disminución de los suministros de petróleo después de advertir Rusia que las reparaciones en una instalación cerca de un puerto del Mar Negro tomarían hasta dos meses, lo cual podría reducir las exportaciones de petróleo de Rusia en un millón de barriles por día. Los precios del gas también aumentaron de modo considerable después del anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de que Moscú solo aceptaría pagos en rublos por parte de los "socios hostiles" interesados en comprar gas del país euroasiático, incluida la UE.

Las tensiones geopolíticas generan un enorme impacto en el mercado del "oro negro", dando a los países de la UE, altamente dependientes del suministro de energía de Rusia, un quebradero de cabeza sobre cómo garantizar su seguridad energética. En la reciente reunión informal celebrada en la ciudad francesa de Versalles, los dirigentes del bloque acordaron librarse de la dependencia del gas, el petróleo y el carbón importados de Rusia lo antes posible.

El Consejo Europeo debatirá sobre los elevados precios de la energía y sus implicaciones en las personas y las empresas. La Comisión Europea (CE) propondrá medidas para estabilizar los precios y garantizar el suministro. Una de las principales prioridades de la UE es reducir la dependencia estratégica en productos y sectores sensibles, como materias primas críticas, semiconductores, alimentos y atención médica.

El comisario de Energía de la UE admite que los mercados energéticos mundiales y europeos atraviesan tiempos turbulentos, especialmente desde el conflicto en Ucrania. Por lo tanto, Europa debe actuar con rapidez a fin de garantizar el suministro de energía para el próximo invierno y aliviar la presión de las "facturas energéticas" sobre las personas y las empresas.

La CE propuso llenar las reservas de gas antes del próximo invierno. En consecuencia, se impone una la capacidad mínima de almacenamiento de las instalaciones de gas de 80 por ciento en noviembre y elevarse después al 90 por ciento. A tales efectos, fue creado un grupo de trabajo especial para estrechar la colaboración entre los países, gestionar las compras de gas y confirmar el almacenamiento. Esta cooperación ayudará a diversificar el suministro de la UE.

Como parte de los planes para evitar la dependencia del suministro ruso, la CE también intercambió con los principales países productores de gas, como Noruega, Estados Unidos, Qatar y Argelia, mientras el presidente de la CE se reunió con líderes de las grandes corporaciones energéticas de Europa, como E.ON, Shell, Vattenfall y Eni. Se espera que la CE anuncie en mayo un plan detallado sobre la renuncia a los combustibles fósiles rusos en 2027. Por otra parte, los estados miembros están trabajando para contener rápidamente la subida de las facturas de energía y buscar alternativas en caso de interrupciones del suministro de Rusia.

Sin embargo, la UE advirtió que tratar de reducir los precios mayoristas podría socavar los esfuerzos para la transición a la energía verde. En consecuencia, la CE considera otras opciones, como limitar los precios de la electricidad y utilizar generadores eléctricos para resolver la diferencia entre el precio máximo y el de mercado. Pero la implementación de este plan podría disminuir las inversiones en producción de energía renovable.

Dado que cerca del 40 por ciento del gas natural que importa Europa proviene de Rusia, muchos países de la región declaran que no es posible renunciar a las importaciones de gas ruso a corto plazo. La eliminación de la dependencia del suministro de Moscú no puede lograrse pronto, con lo que para la UE seguirá siendo un dolor de cabeza conciliar una estrategia capaz de garantizar su seguridad energética.