A la espera de nuevo punto decisivo en la protección de la Tierra

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sostiene un encuentro del 21 de marzo al 1 de abril, con la participación de representantes de casi 200 países y territorios, a fin de lograr las repuestas urgentes para los impactos del cambio climático. Se espera que esas medidas creen un punto decisivo en la protección de la Tierra.

La gente en la región de Anosy, Madagascar, obtiene agua de lluvia. (Fotografia: Reuters)
La gente en la región de Anosy, Madagascar, obtiene agua de lluvia. (Fotografia: Reuters)

Uno de los puntos destacados de esta conferencia es el informe de casi tres mil páginas del IPCC, el cual delinea las medidas específicas para la reducción, la captura y el tratamiento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Al analizar los datos sobre impactos de cambio climático en el pasado, así como las limitaciones en la capacidad humana para adaptarse, la agrupación afirmó que el retraso en la acción climática reducirá severamente la posibilidad de preservación del hábitat.

De acuerdo con el Acuerdo de París sobre el cambio climático 2015, los integrantes se comprometieron a actuar para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados Celsius e, idealmente, a 1,5 con respecto por encima de los niveles preindustriales. Los estudios científicos, así como la realidad delos eventos climáticos extremos, demostraron que el objetivo de frenar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados es un umbral seguro para el planeta verde.

Sin embargo, con las evidencias sobre el ritmo de calentamiento global, el aumento del nivel del mar, los cambios en la frecuencia, la duración y la intensidad de las tormentas, el calor y la sequía, el IPCC pronosticó que, en tan solo los próximos diez años, la temperatura de la superficie terrestre aumente 1,5 grados centígrados con respecto a los tiempos preindustriales.

Justo antes de la conferencia, el secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres envió un mensaje, enfatizando que si el mundo sigue por el mismo camino, podemos despedirnos de la idea de detenernos en el grado y medio.

El líder de la mayor organización internacional aseguró que el mundo avanza “con los ojos cerrados hacia la catástrofe climática” en medio de la pandemia, mientras las tensiones geopolíticas y la falta de voluntad política han obstaculizado los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático. También advirtió que, si esta situación continúa, el mundo no logrará el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, sin mencionar el de dos grados.

A fin de evitar los impactos graves del calentamiento global, Guterres dijo que el mundo debe reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en casi un 50 por ciento para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para mediados de siglo. No obstante, incluso en países que cumplen con los compromisos recientemente enmendados en virtud del Acuerdo de París, se espera un aumento del 14 por ciento en las emisiones antes del final de esta década.

Reducir la dependencia de los combustibles fósiles, una de las mayores fuentes de emisiones en la actualidad, no es tarea fácil. Antes de la conferencia del IPCC, el Centro de Estudios de Cambio Climático Tyndall publicó un informe, el cual destacó que los países ricos deben terminar la explotación de petróleo y gas en 2034 si quieren alcanzar el objetico del Acuerdo de París.

Sin embargo, el mundo necesita dar a las naciones pobres más tiempo para reemplazar los ingresos de combustibles fósiles. Aunque la extracción de estas materias primas de algunos países pobres representa solo una pequeña parte de la producción mundial total, ellos dependen demasiado de esa fuente de ingresos.

Junto con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022 (COP27), programada para noviembre próximo en Egipto, las propuestas del simposio del IPCC serán valiosas sugerencias para los países en la lucha contra el cambio climático. No obstante, la responsabilidad de tomar medidas adicionales recae en los formuladores de políticas, para que no fracasen ante las "catástrofes irreversibles" del cambio climático.