Tormenta de precios

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el conflicto en Ucrania desacelerará el crecimiento económico del mundo, así como reestructurará el orden de la economía global a largo plazo. La interrupción de la cadena de suministro petrolero, el riesgo de inseguridad alimentaria, el incremento de precios y la inflación han perjudicado la recuperación económica de los países.

(Fotografía: Reuters)
(Fotografía: Reuters)

La inestabilidad en Europa del Este ha asestado un golpe fuerte a la economía global, afectando así al crecimiento. De acuerdo con el FMI, además de provocar flujos migratorios históricos, el conflicto ha elevado los precios de los alimentos y la energía, lo que incrementa la inflación y erosiona los ingresos, además de interrumpir el comercio, la cadena de suministro y condiciones en las naciones vecinas de Ucrania.

Por otro lado, los conflictos pueden debilitar la confianza empresarial y crean incertidumbre para los inversionistas, lo que reducirá el valor de los activos, endurecerá las condiciones financieras y posiblemente provocará salida de capitales de los mercados emergentes.

La presión se vuelve cada vez más pesada para los países que han enfrentado los riesgos directos de comercio, turismo y finanzas, especialmente en el África subsahariana, América Latina, Asia Central y el Cáucaso. Es probable que la inseguridad alimentaria empeore aún más en África y Oriente Medio, donde los países importan hasta el 80 por ciento del trigo que consume de Rusia y Ucrania.

Los precios de los alimentos y la energía en América Latina también aumentan, alimentando la inflación. Según los expertos del FMI, América Latina y el Caribe podrá ser afectada significativamente por la tormenta de precios, especialmente en el contexto de que se registra una tasa anual de inflación del ocho por ciento en las cinco mayores economías, a saber, Brasil, México, Chile, Colombia y Perú.

En particular, la inflación en Argentina, la tercera mayor economía de la región, subió más del 52 por ciento. Los especialistas advirtieron que la situación actual obliga a los bancos estatales a intensificar la lucha contra este asunto, un problema que erosiona el poder adquisitivo de los salarios y afecta la demanda del mercado.

Sin embargo, no son iguales los impactos de la tormenta de los precios para América Latina y el Caribe. Los países importadores en Centroamérica y el Caribe han sufrido por el encarecimiento del petróleo, mientras los exportadores de crudo, cobre, hierro, maíz, trigo y metales se han beneficiado y, por lo tanto, se suavizan los efectos negativos hacia el crecimiento económico.

Aunque las condiciones financieras actuales se encuentran bastante favorables, la situación podría empeorar si el conflicto se recrudece, lo que provocará la restricción de las políticas monetarias internas de los países.

La economía líder del mundo, Estados Unidos, también enfrenta la presión inflacionaria sin precedentes en varias décadas. La Junta de la Reserva Federal (FED) ha incrementado tasa de interés de referencia y desplegado por primera vez una serie de medidas posibles contra la inflación.

El incremento de tasa de interés se implementa dos años después del último recorte de FED hasta cero y la compra de miles de millones de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas cada mes, con el fin de superar la crisis por la pandemia de Covid-19.

No obstante, debido a los efectos objetivos como la inflación limitada en algunos sectores afectados por la falta de suministros en 2021, los precios de los alimentos, la energía, la vivienda y algunos servicios han aumentado aceleradamente en los últimos meses.

El presidente de la FED calificó la galopante inflación como la mayor amenaza para la economía estadounidense y admitió ante los miembros del Congreso que el banco había juzgado mal el momento del inicio de este incidente económico. La inflación anual medida por el índice de gastos de consumo personal (PCE), la medida "preferida" de la entidad, alcanzó el 6,1 por ciento en enero de 2022, tres veces más que el objetivo promedio anual del dos por ciento.

La inflación creciente sigue afectando a los miembros de la Unión Europea (UE). Sin embargo, esos países caen en depresión debido a las tensiones en Ucrania. El Banco Central Europeo (BCE) pronosticó que el aumento económico de la Eurozona en 2022 será más bajo que el predicho del 0,5 por ciento, pero aún alcanzará el 3,7 y se reducirá a 2,8 en 2023. La entidad también predijo una tasa promedio de inflación del 5,1 por ciento en 2022, mucho mayor que el objetivo del dos por ciento.

Por otro lado, economistas del grupo financiero Credit Suisse revelaron que el PIB del continente solo se expandirá uno por ciento en 2022 en medio del rápido aumento de los precios de los bienes y la interrupción de la cadena de suministro. También pronosticó que el PIB de Rusia podrá caer más bajo que el predicho del dos al cinco por ciento.

Mientras tanto, se prevé que la economía estadounidense se tornará más estable con un crecimiento del tres por ciento. Los analistas de Citigroup creen que la campaña militar especial de Rusia en Ucrania hará retroceder la economía global debido al fuerte aumento de los precios del petróleo y los bienes de consumo.

De este modo, el conflicto en Ucrania probablemente alteraría el orden económico y geopolítico del mundo si fueran más drásticos los cambios del mercado energético, los tropiezos en la cadena de suministro y la división en la red de pagos. De acuerdo con el FMI, Europa tendrá problemas con la importación de gas natural, así como en la cadena de suministro. En particular, Europa del Este encarará peores pérdidas financieras debido a los flujos migratorios desde Ucrania.

En el caso de los países en Asia Central y el Cáucaso, cuyo sistema de pagos y comercio está estrechamente vinculado a Rusia, se verán más afectados por el impacto de las sanciones a Moscú, con restricciones en remesas, comercio, inversión y turismo. Por otro lado, las naciones asiáticas importadoras de petróleo sufrirán mayores efectos, pero algunas como Japón y Corea del Sur podrán aliviarlos gracias a las nuevas políticas de subsidio de combustible.

A pesar de las varias medidas adoptadas para mitigar la tormenta de precios, el tenso desarrollo geopolítico todavía afecta negativamente a los mercados. Ante los riesgos impredecibles, se prevé que el FMI reduzca su anterior pronóstico de crecimiento económico del 4,4 por ciento en 2022.