Gastos urgentes en el contexto de la pandemia

En el contexto de que la pandemia del Covid-19 ha agravado la situación de desigualdad social, la propuesta y la implementación de los paquetes presupuestarios destinados a la seguridad social en muchos países han contribuido a la garantía de la igualdad social y el desarrollo sostenible.

Una reunión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Una reunión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

El fin de semana pasado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de gasto social, propuesto por el presidente Joe Biden. El plan, bautizado en inglés como "Build Back Better" (Reconstruir mejor) y valorado en 1,75 billones de dólares, tiene el objetivo de reformar la educación, la salud, la atención a la infancia y el medioambiente. Se trata de un paso importante de la administración de Biden.

Ahora, el plan se envió al Senado, donde los republicanos y demócratas votarán para llegar a un acuerdo. El documento, que aún no está claro cuál será su “destino”, muestra la preocupación del gobierno por los problemas sociales y “enciende la esperanza” de un futuro más equitativo y sostenible para Estados Unidos después de la pandemia.

En otros países, la seguridad social también se ha convertido en una controversia en el parlamento y un foco en el programa de recuperación económica. En Europa, el Ejecutivo francés ha gastado más de 130 mil millones de euros, equivalente a un 6 por ciento del producto interno bruto, para apoyar a las familias. Mientras, Italia aprobó un paquete de ayuda de 32 mil millones de euros para respaldar a las empresas y los trabajadores afectados por la pandemia. De ese monto, ocho mil millones de euros se destinan a la seguridad social, incluidas las prestaciones por desempleo.

Los países asiáticos también dedican un gran presupuesto para apoyar la recuperación económica y reducir la brecha social y de ingresos causada por la pandemia.

El Ministerio de Economía y Finanzas de Corea del Sur informó que su presupuesto en 2022 será de 604,4 billones de wones, equivalente a 520 mil millones de dólares, para un aumento del 8,3 por ciento en comparación con el de 2021. En tal sentido, las dotaciones destinadas a la salud, el bienestar social y el trabajo es de 216,7 billones de wones (520 mil millones de dólares), incluidos 83,5 billones de wones (700 millones de dólares) para reducir la brecha social y de ingresos.

Por su parte, Indonesia agregó una partida prespuestaria de 47 mil 400 millones de dólares para la salud y la protección social en la previsión presupuestaria para 2022.

Los mencionados paquetes se implementan en el contexto de que la pandemia ha causado graves impactos y sigue evolucionando de manera complicada.

El Fondo Monetario Internacional advirtió que el Covid-19 ha agravado las desigualdades que existen desde hace mucho tiempo en el mundo. De hecho, la pandemia ha puesto de manifiesto la desigualdad en los ingresos y el acceso a los servicios básicos de seguridad social, como la atención médica y las vacunas, en todos los países.

Por tanto, los paquetes de estímulo económico y los gastos destinados a la seguridad social deben estar en el centro de los programas de recuperación y desarrollo de todos los países en 2022 y los años siguientes.