Remedio efectivo

El mercado laboral mundial ha pasado un período muy calamitoso cuando la "tormenta Covid-19" "arrasó" muchos puestos de trabajo y perturbó las operaciones de las empresas. Numerosos países han ofrecido paquetes financieros y medidas como remedios para "salvar" las compañías y los empleados, a fin de restaurar de forma sostenible esta situación.

Las medidas de distanciamiento social y confinamiento ha pasado facturas a las actividades económicas y comerciales de la sociedad y las empresas.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a raíz de los efectos adversos de la pandemia, 81 millones de trabajadores en la región de Asia-Pacífico perdieron este año sus empleos, de los cuales las mujeres y los jóvenes han sido los más afectados.

El número de puestos de trabajo en esta zona cayó un 4,2 por ciento con respecto a la tendencia anterior a la crisis provocada por el Covid-19, con una brecha del 4,6 por ciento para las mujeres y el 4 por ciento para los hombres.

Debido a la disminución de la cantidad de horas de trabajo, el ingreso promedio de los empleados se redujo un 9,9 por ciento en el primer trimestre de 2020, equivalente a una caída del 3,4 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) regional.

La región de Asia Meridional sufre actualmente la tasa de despedido más alta, con casi 50 millones de personas, seguida por Asia Oriental (16 millones), el Sudeste Asiático (14 millones) y las islas del Pacífico (500 mil).

En Europa, muchos países también registraron un aumento récord de desocupación. En el Reino Unido, desde agosto hasta octubre de 2020, el número de desempleados se elevó a una cifra récord de 370 mil personas y la tasa de paro subió al 4,9 por ciento.

Mientras tanto, América Latina y el Caribe han experimentado un gran "retroceso". La región cayó en una crisis de empleo sin precedentes desde la primera publicación de los informes sobre el mercado laboral en 1994.

El aumento del desempleo en esta zona se incrementó 2,5 puntos porcentuales en comparación con hace cinco años, del 8,1 por ciento al 10,6 por ciento, lo que significa que 5,4 millones de personas han quedado en paro y 30,1 millones de personas están desempleadas, el nivel más alto de las últimas décadas.

La OIT pronosticó que la tasa de desocupación en América Latina y el Caribe en 2021 alcanzará el 11,2 por ciento, un alza del 0,6 por ciento respecto a este año.

El empleo es uno de los temas "más candentes" durante este periodo difícil causado por la pandemia y es el que más preocupa, porque se predijo que la crisis detonada por el Covid-19 continuará en el futuro.

Cuando las actividades de producción se reactiven y las emergencias médicas estén bajo control, los países deben ofrecer paquetes de asistencia y adoptar estrategias para crear más y mejores empleos.

El Reino Unido decidió extender el programa de apoyo salarial a los trabajadores afectados por la pandemia, en el contexto de un futuro incierto, el estancamiento económico y muchas personas y empresas que enfrentan dificultades durante el invierno.

Entretanto, el Gobierno alemán anunció una ayuda "sin precedente", con desembolsos de hasta 10 mil millones de euros, en aras de apoyar a las empresas que se vieron afectadas por las medidas de confinamiento.

Por su parte, Francia también emitió políticas destinadas a reducir impuestos y brindó un apoyo financiero de 15 mil millones de euros para respaldar a las compañías que suspendieron sus operaciones debido al confinamiento.

En Asia, en el primer y segundo paquete de presupuesto complementario para el año fiscal 2020, Japón destinó 26 mil 800 millones de dólares para implementar el programa de subsidios al empleo y desembolsó más de 18 mil millones de dólares.

El Gobierno japonés informó que consideraría la extensión de este programa para apoyar a las empresas afectadas por la pandemia, en un contexto en que el mercado laboral del país del sol naciente sigue siendo inestable, con una tasa de paro que ha aumentado continuamente durante siete meses.

Aunque los países han introducido "dosis de analgésicos" para "aliviar" los daños causados por la pérdida de empleos, numerosos trabajadores todavía enfrentan muchas dificultades y el riesgo de caer en la pobreza. Según expertos, alrededor de 80 a 90 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema en 2020 como consecuencia de la pandemia.

Además, el bajo nivel de cobertura de la seguridad social y la capacidad limitada de las instituciones en muchos países dificultan la recuperación de las empresas y los trabajadores.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) propuso que los países dejen de proteger los empleos antiguos y creen más trabajos nuevos, disminuyan los programas de subsidios salariales y, en cambio, fortalezcan la capacitación para mejorar las habilidades del empleado.

La formulación de políticas debería centrarse en promover proyectos de creación de empleo relacionados con la infraestructura y energía verde. Estos se consideran "remedios efectivos" para ayudar a restaurar el mercado laboral de manera sostenible.