Por promover los procesos multilaterales

La opinión pública internacional sigue valorando de forma positiva el acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP), recién firmado por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y sus socios. Los Estados miembros creen que el RCEP promoverá la integración económica de Asia-Pacífico, mientras algunos países de fuera de la región consideran este mayor tratado de libre comercio del mundo como un aldabonazo para reactivar los progresos comerciales multilaterales aún estancados.

El primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, y el titular de Industria y Comercio del país, Tran Tuan Anh, en la firma del RCEP, efectuada el 15 de noviembre. (Fotografía: baoquocte.vn)
El primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, y el titular de Industria y Comercio del país, Tran Tuan Anh, en la firma del RCEP, efectuada el 15 de noviembre. (Fotografía: baoquocte.vn)

En la declaración conjunta emitida tras la firma del RCEP, los dirigentes de los Estados integrantes enfatizaron que este es un Tratado de Libre Comercio (TLC) de nueva generación y el más ambicioso iniciado por la Asean, el cual contribuirá a elevar el papel central de la agrupación en los mecanismos y marcos regionales y fortalecer su cooperación con los socios.

De hecho, con un mercado de dos mil 200 millones de habitantes (equivalente a un 30 por ciento de la población mundial) y representando un 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del planeta y un 28 por ciento del valor del comercio mundial, el RCEP es un TLC sin precedentes en la región, gracias a su diversa composición de economías desarrolladas y en vías de desarrollo.

El RCEP consta de 20 capítulos, 17 apéndices y 54 hojas de ruta de compromisos relacionados con las cuestiones de acceso a los mercados, las normas, las disciplinas, así como la cooperación económica y técnica.

Las naciones miembros esperan que el pacto se convierta en “el que fije” las nuevas normas comerciales y sea pionero en establecer los estándares y precedentes judiciales para futuros acuerdos comerciales regionales.

En la reciente Reunión de Ministros de Asuntos Exteriores y de Comercio de las 21 economías miembros del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), los afiliados al Foro apreciaron la importancia del RCEP, que, según dijeron, ayuda a promover el comercio libre, abierto y basado en reglas, así como crear un ímpetu para la recuperación económica y estimular los procesos de integración económica, hacia el objetivo de formar un Área de Libre Comercio Asia-Pacífico.

A nivel internacional, con las regulaciones y los estándares exigentes y comprensivos, el RCEP ha marcado un paso importante hacia un marco legal ideal para el sistema global de comercio e inversión. En el actual contexto de feroces competencias, incluso conflictos comerciales, en todo el mundo, el RCEP ha creado un impulso oportuno en aras de revivir el multilateralismo y el sistema de comercio mundial.

Según opinaron expertos, como un acuerdo comercial de primera importancia desde el nacimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en 1994, el RCEP juega un papel fundamental en la creación del impulso para los esfuerzos de recuperación económica tras la pandemia del Covid-19. Este TLC de nueva generación reviste otro significado mayor, es decir, bosquejará un nuevo ‘mapa económico y estratégico’ en Asia, incluso toda la región del Indo-Pacífico.

Varios medios de comunicación internacionales subrayaron que “el siglo de Asia ya está aquí" con la firma del RCEP. El factor que sigue desplazando el centro de gravedad de la economía mundial hacia Asia es el comercio dentro de esta región. El valor del intercambio comercial entre los países asiáticos actualmente suma 26 billones 200 mil millones de dólares, más alto que el total combinado de Europa y América del Norte.

Integrado por 15 economías, incluidas potencias mundiales como China y Japón, y abierto para otras dinámicas como la India, el RCEP sirve de base sólida para un fortalecimiento aún mayor del comercio continental.

Junto con el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) ya en vigencia, el RCEP ha convertido a la región de Asia-Pacífico en un punto de convergencia de los TLC multilaterales de alta calidad y modernos. Al mismo tiempo, el hecho de que sus 15 economías miembros conforman el bloque de libre comercio más grande del mundo ejerce presión sobre las negociaciones comerciales multilaterales todavía estancadas.

Al respecto, la Cámara de Comercio de Estados Unidos admitió que este país se está rezagando en la carrera por alcanzar oportunidades en Asia, pues se ha quedado fuera del CPTPP y el RCEP, ambos acuerdos comerciales con el mayor peso a nivel mundial.

Especialistas también señalaron que la rúbrica del RCEP es un toque de atención para la Unión Europea (UE), puesto que ese mayor TLC del mundo dará forma a un nuevo centro de poder comercial donde no estarán ni Estados Unidos ni Europa. Por eso, para no quedarse atrás, la UE debe cesar de prolongar todas sus negociaciones de libre comercio tales como aquellas con el Mercado Común del Sur (Mercosur) o Canadá, así como prepararse bien para las conversaciones con Estados Unidos.

Más allá de abrir oportunidades de incrementar el intercambio comercial interno, el RCEP generará un nuevo impulso para los procesos comerciales multilaterales y alentará la cooperación y contribución por parte de terceros países al desarrollo y la integración económicos en la región de Asia-Pacífico.