Comercio electrónico de la Asean: Potencial de crecimiento en tiempo pospandémico

La propagación del Covid-19 ha obligado a los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) a imponer medidas de distanciamiento social y bloquear ciudades según períodos, justo desde que estalló la pandemia a principios de 2020. Ello ha ejercido presión sobre el ámbito de venta minorista convencional a causa del cierre de negocios del ladrillo y del mortero y la decreciente demanda de los consumidores.

(Fotografía: congthuong.vn)
(Fotografía: congthuong.vn)

Si bien la pandemia ha conllevado un tiempo de extremas vicisitudes para las tiendas convencionales, ha servido de motor para una fuerte acogida hacia las tecnologías digitales en todos los países de la Asean y la transición al uso de los existentes canales de venta en línea.

Las ventas al por menor en tiendas físicas disminuyeron y siguieron a la baja durante el año pasado en los mayores mercados de consumo de la agrupación. Singapur e Indonesia lo experimentaron más que cualquier otro, a un ritmo del 18 por ciento, principalmente por las medidas de “desconexión” durante casi dos meses en esta nación insular y el cierre completo de ciudades indonesias en aras de impedir la transmisión del virus. Mientras tanto, el control efectivo de la pandemia en Vietnam resultó en solo una caída inferior al 0,1 por ciento de sus ventas minoristas en 2020.

Acelerar migración al ciberespacio

A medida que progresaba, la enfermedad del nuevo coronavirus impulsó la transformación digital y la expansión del comercio electrónico. Los usuarios recibieron acceso a un amplio abanico de productos, mientras que los minoristas trataron de intensificar sus canales en línea para reducir los impactos a raíz del distanciamiento social y evitar el contacto físico.

Se ha notado una fuerte penetración de las tecnologías digitales en numerosas economías claves del Sudeste Asiático, reflejada en los 40 millones de nuevos internautas solo en 2020. La cifra elevó a 400 millones el total de usuarios de Internet en la región, frente a los 250 millones registrados en 2015.

Más de tres de cada cinco personas en dichas economías están conectadas a la red y pasan más tiempo allí desde el inicio de la pandemia. El plazo dedicado diariamente a navegar por Internet aumentó una hora en promedio en los países de la Asean, en especial Filipinas, donde la gente pasa más de cinco horas por día en línea.

El comercio electrónico igualmente se popularizó ante la llegada del Covid-19, sobre todo en Indonesia, Filipinas y Malasia. Ahora que los consumidores van dándose cuenta de los beneficios como la seguridad y la conveniencia generados por la emergente forma de negocio, la transición a la compra en línea permanecerá hasta después de la pandemia.

Lo interesante es que varios Estados de la agrupación del sudeste asiático atestiguaron, por parte de los internautas locales, una aceptación del comercio electrónico más amplia que el nivel promedio del mundo y de unos mercados maduros. Indonesia está en la primera fila del planeta en cuanto a la tasa de adopción de la compraventa por Internet, con un 87 por ciento de sus ciudadanos que la han practicado, seguido por el Reino Unido (86 por ciento), Tailandia (84 por ciento) y Malasia (83 por ciento).

La aplicación del referido método en otros países del Sudeste Asiático, tales como Filipinas, Singapur y Vietnam, también adelantó a China continental, uno de los mayores mercados de comercio electrónico en el mundo. Siendo un poco tarde en el acceso a la red de Internet mundial, casi todos los consumidores en esas naciones nunca han tenido una computadora de escritorio, sino que usan dispositivos móviles como su principal medio de conexión al ciberespacio y realización de transacciones en línea.

A modo de ejemplo, en el año anterior Indonesia emergió como el país más entusiasta del mundo en cuanto a aplicar el comercio electrónico móvil, con un 79 por ciento de sus internautas comprando algo mediante el celular. Justo por detrás se situaron Tailandia (74 por ciento) y Filipinas (70 por ciento), mientras que China continental con un 64 por ciento estuvo en la sexta posición.

Antiguamente, varios minoristas en la Asean consideraban el comercio por Internet como una opción más bien que una imprescindible estrategia de negocio. Ahora que el Covid-19 ha remodelado el comportamiento del consumidor y ha agilizado la transformación a la compra en la red, esa forma se ha convertido en un canal eficaz para que las empresas se acerquen a las clientelas locales o desarrollen su actual marca en los mercados del bloque sudesteasiático.

Aún hay un amplio margen para el crecimiento

El valor del comercio electrónico de la Asean se multiplicó por casi seis veces en solo cuatro años, desde los nueve mil 500 millones de dólares en 2016 hasta los 54 mil 200 millones de dólares en 2020. Propulsado por el incremento del número de consumidores digitales, este sector crecerá a un ritmo anual del 22 por ciento hasta alcanzar los 146 mil millones en 2025.

El índice de incorporación al mercado virtual de la Asean continuará al alza mientras las empresas se van adaptando a las normas de nueva normalidad. Los ingresos obtenidos en 2020 por vía del comercio en la red ocupan un 9 por ciento del total de las ventas minoristas de la región, frente al 4 por ciento reportado en 2018.

Aun así, queda un amplio margen para el crecimiento. Pese al vigoroso desarrollo de las ventas en línea en el Sudeste Asiático durante los últimos años, China continental y Estados Unidos gozaron de una mayor facturación al respecto, un 27 y un 20 por ciento del total sus ventas minoristas en 2020, respectivamente. El mismo año, la Asean se conformó solo con un 9 por ciento.

El mercado de comercio electrónico de la Asean también se ve bastante fragmentado al contar con algunas empresas regionales y varias plataformas locales del modelo B2C (Business-to-Consumer, en que los bienes y servicios se ofrecen de forma directa al consumidor final). Lazada y Shopee, dos exponentes claves de esa primera categoría, operan en mayores economías del bloque regional, entre ellos Indonesia, Vietnam, Tailandia, Singapur, Malasia y Filipinas. También se encuentran plataformas a nivel local, tales como Tokopedia y Bukalapak en Indonesia o Sendo en Vietnam.

Los productos electrónicos de consumo y las prendas de vestir son los más comprados en línea por los consumidores del Sudeste Asiático, ocupando más de la mitad del Valor Bruto de Mercancías (GMV, por sus siglas en inglés) regional en 2020.

Entre tanto, la “economía hogareña” rompió los hábitos de compra y consumo de alimentos y dejó a mucha gente sin ninguna opción más que cocinar o comer en casa y probar hacer pedidos de alimentos y provisiones en línea. El GMV de estos rubros pasó de un 4 por ciento en 2015 a un 11 por ciento en 2020, con más de dos de cada cinco personas que hacen la compra por Internet.