Belleza de Ru Cha en temporada de cambio de hojas

En los días finales de otoño, el bosque de manglares de Ru Cha, en la central provincia vietnamita de Thua Thien-Hue, se tiñe del amarillo de los florecientes árboles Excoecaria agallocha, magnífico como si fuera donde viven las hadas.

(Fotografía: zingnews.vn)
(Fotografía: zingnews.vn)

Ru Cha se extiende sobre unas 5,8 hectáreas en la aldea de Thuan Hoa, en la comuna de Huong Phong, unos 15 kilómetros al este del centro de la cabecera provincial. Es uno de los pocos ecosistemas de su tipo en Tam Giang-Cau Hai, la laguna salobre más grande del Sudeste Asiático.

‘Ru’ alude a los bosques y montes, mientras ‘cha’ es una pronunciación derivada de ‘gia’, nombre coloquial del mangle Excoecaria agallocha. Esta planta ocupa más del 80 por ciento de la vegetación local, integrada por casi 27 especies.

Los árboles ‘gia’ echan raíces en el agua, creando huecos donde habitan los cangrejos violinistas.

Este año florecieron más temprano y regalaron la temporada de flores más hermosa hasta la fecha, compartió Binh, un lugareño.

En la transición entre dos estaciones, Ru Cha se viste de otra belleza, la del cambio de hojas. Además de los jóvenes interesados en hacer fotos de checkin, el lugar es una fuente de inspiración para los fotógrafos.

Al llegar aquí, los turistas pueden pasear por un pequeño sendero o navegar en bote para contemplar en todo su esplendor la belleza del centenario bosque.

A vista de pájaro, las gamas de color amarillo y azul de dos diferentes plantas forman un animado cuadro natural.

Las copas de árbol caducifolias plateadas así, parecidas a algunas fibras de célula entrelazadas, son un rasgo típico de dicha especie.

El bosque de manglares de Ru Cha es una suerte de escudo que protege la tierra firme en el estuario de Thuan An. Se ve menos dañado por los desastres naturales, por lo que en tiempos de inundaciones la gente suele evacuarse aquí.

Al lado de los beneficios turísticos, que en estos tiempos de pandemia solo vienen de visitantes locales, el bosque de Ru Cha alberga a diversas criaturas acuáticas para bien de la vida y los ingresos de los pescadores.

Gracias a no tener un área muy vasta y a la gestión estricta de las autoridades locales, el bosque no sufre de la caza. Así que se ha convertido en un hábitat de centenares de animales todo el año.