En concreto, las empresas de distribución, supermercados y cadenas alimentarias deben dirigir sus departamentos de compras a incrementar la compra de longan y ponerlo a la venta en sus canales de distribución, atendiendo las necesidades de las personas durante el tiempo del distanciamiento social.
Esta práctica y oportuna campaña ayudará a los agricultores a paliar las dificultades provocadas por la pandemia y a garantizar el consumo de esta fruta cuya oferta es excesiva en plena cosecha.