La persistencia de Ho Chi Minh en el camino de salvación y liberación nacional de la Revolución vietnamita

A finales del siglo XIX, los colonialistas franceses invadieron Vietnam. Ante el riesgo de perder la independencia nacional, el pueblo vietnamita luchó con valentía. La reinante dinastía feudal, pese a sus intentos iniciales de resistencia, paso a paso transigió por beneficio propio hasta rendirse a los agresores. Vietnam de un país feudal independiente pasó a ser una colonia semifeudal. Su sociedad experimentó cambios radicales tras la denominada primera explotación colonial de los franceses, cuyo modo de producción capitalista hizo emerger nuevas clases y estratificarse más las existentes. Esta flamante estructura agravó los conflictos sociales y multiplicó la opresión sobre los vietnamitas.

El tío Ho habla con soldados del Ejército Popular de Vietnam en su visita al Templo dedicado a los Reyes Hung en septiembre de 1954. (Fotografía de archivo)
El tío Ho habla con soldados del Ejército Popular de Vietnam en su visita al Templo dedicado a los Reyes Hung en septiembre de 1954. (Fotografía de archivo)

Consciente de tales prácticas, Nguyen Ai Quoc (‘Nguyen el patriota’, un alias del Presidente Ho Chi Minh) justo al comienzo del siglo XX se dio cuenta de lo que requería su nación. Según él, la causa de emancipación en Vietnam no solo consistía en liberar a la nación del yugo de la dominación extranjera, sino también desencadenar a los trabajadores de todas las formas de explotación. Fue este el objetivo de Nguyen Ai Quoc - Ho Chi Minh a lo largo de su vida revolucionaria. Sus acertadas percepciones y consecuentes acciones marcaron diferencias con anteriores intelectuales y patriotas.

Para realizar el mencionado objetivo, con su voluntad, excepcional perseverancia y enorme aspiración, Nguyen Ai Quoc - Ho Chi Minh decidió marchar al extranjero en busca de un camino para salvar a su pueblo y su Patria. En cierta ocasión, al explicar el motivo de esa decisión a un periodista ruso, contó que a los 13 años oyó por primera vez en francés ‘Liberté, égalité, fraternité’ (Libertad, igualdad, fraternidad). A partir de entonces, el muchacho esperaba conocer la civilización del país de origen de tal lema y hallar lo que yaciera detrás de esas tres palabras.

El 5 de junio de 1911, desde el muelle de Nha Rong, en Saigón (actual Ciudad Ho Chi Minh), con el seudónimo ‘Van Ba’, el joven emprendió su viaje decidido a encontrar la manera de liberar a Vietnam y a sus compatriotas de todas las formas de opresión. De 1911 a 1920, recorrió numerosos países y continentes. Tuvo que buscar trabajo para ganarse el sustento y aprender cosas de forma autodidacta mientras participaba en movimientos patrióticos.

En ese período también se dedicó a estudiar la vida de los pueblos oprimidos y las grandes revoluciones en el mundo. En todos los territorios que pisó siempre observaba, comparaba y se adentraba en la raíz de los asuntos en lugar de verla según su apariencia.

Por lo tanto, entendió lo que muchos patriotas vietnamitas de aquella época no pudieron: En cualquier parte del mundo existen ricos, pobres, opresores y oprimidos; igualmente en los países colonialistas o los colonializados se encuentran franceses y estadounidenses bondadosos y malos, y blancos que esclavizan a otros y blancos esclavizados.

Luego de llevar tiempo viviendo y trabajando en el extranjero, Nguyen Ai Quoc llegó a conclusión de que a pesar de la multiplicidad de colores de la piel, solo hay dos razas en el universo: la de los explotadores y la de los explotados. Y también una única y verdadera fraternidad: la fraternidad proletaria.

Al estudiar la lucha independentista del pueblo estadounidense, Nguyen Ai Quoc reconoció algunos valores positivos pero todavía la consideró no radical por el fracaso de liberar a los trabajadores de la opresión. En cuanto a la revolución burguesa en Francia y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada en ese acontecimiento, también apreció su lado bueno y la criticó por ser una revolución a medias. Y señaló en un texto que esas dos revoluciones, las capitalistas, no cumplieron con el fin último, y que “la revolución de Annam debe recordarlo”.

Al analizar la Revolución de Octubre de Rusia (1917), apreció un modelo del camino de liberación y desarrollo de la nación vietnamita. Comentó que, en el mundo de ese momento, la revolución rusa era la única exitosa porque su gente gozaba de verdaderas felicidad, libertad e igualdad, en vez de las falsas libertad e igualdad de que alardeaban los franceses en Annam.

Según el patriota, la revolución rusa consiguió expulsar a los reyes, capitalistas y terratenientes, y allanó el camino para que los obreros y campesinos de otros países y la gente colonizada se sublevaran y derrocaran al imperialismo y el capitalismo. Demostró que para triunfar en una revolución se debe considerar al pueblo (obrero y campesino) como raíz, tener un firme partido político, ser valientes y persistentes, arriesgarse al sacrificio y estar unidos; en fin, hay que seguir el marxismo-leninismo.

El modelo revolucionario que Nguyen Ai Quoc encontró en el gran levantamiento de los rusos, más allá de satisfacer la demanda de liberación nacional, cumplió con el requisito de emancipar al pueblo de cualquier forma de explotación. Esto, opinó el joven, evidencia la superioridad de la revolución rusa sobre las burguesas.

En julio de 1920, tras leer varias veces el Primer esbozo de las tesis sobre los problemas nacional y colonial de V. I. Lenin, Nguyen Ai Quoc afirmó: “Este es lo que necesitamos, este es el camino hacia nuestra liberación”. Gracias al documento, el artífice de la Revolución vietnamita tuvo importantes bases teóricas para luego sacar conclusiones de su estudio sobre las prácticas domésticas y mundiales vinculadas con el camino de liberación y desarrollo nacional.

En diciembre de 1920, asistió al XVIII Congreso Nacional del Partido Socialista francés. En la ocasión, participó activamente en el debate sobre a qué lado el Partido Socialista francés apoyaba, la Segunda Internacional o la Tercera Internacional, y votó la moción de adhesión a la Tercera Internacional.

El 30 de diciembre del mismo año, Nguyen Ai Quoc, junto con los militantes de la izquierda en el Partido Socialista francés, organizó una conferencia de fundación del Partido Comunista Francés. El evento marcó un cambio cualitativo en el pensamiento de Nguyen Ai Quoc - Ho Chi Minh, que se convirtió del patriotismo en el leninismo, de la conciencia nacional en la conciencia de clase, y de ser un patriota en un comunista.

Fue de 1920 al febrero de 1930 un período muy importante en la vida y la trayectoria de Nguyen Ai Quoc- Ho Chi Minh, en el que sus actividades prácticas y teóricas se realizaban de manera dinámica para plantear asuntos teóricos con el fin de materializar el camino de la salvación nacional que había elegido. Preparó las condiciones esenciales para la fundación de un partido político en Vietnam.

A principios de 1930, Nguyen Ai Quoc - Ho Chi Minh convocó y presidió la Conferencia para unir a las organizaciones comunistas en el país. En la ocasión, los delegados acordaron por unanimidad fundar un solo partido, denominado Partido Comunista de Vietnam (PCV). La conferencia ratificó la Plataforma Política Breve, la Estrategia Breve, el Programa Breve y el Estatuto Breve del Partido, los cuales contaron con la redacción directa de Nguyen Ai Quoc. Además de esos documentos, sus dos obras publicadas anteriormente que fueron el ‘Juicio sobre el régimen colonial francés’ (1925) y ‘Duong Kach Menh’ (Camino de la Revolución, 1927) marcaron la formación básica del pensamiento de Ho Chi Minh sobre la Revolución de Vietnam.

El camino de liberación y desarrollo nacional que eligió Ho Chi Minh fue afirmado en esa Conferencia como el único camino correcto. Esto no solo respondía a la demanda de expulsar a los colonialistas franceses y liberar al pueblo y la clase obrera de toda forma de opresión y explotación, sino también estaba en línea con la tendencia de desarrollo de la época.

Sin embargo, en el movimiento comunista y obrero internacional en los años 30 del siglo XX aún quedaban percepciones incompletas e incorrectas sobre Nguyen Ai Quoc - Ho Chi Minh y el camino de liberación nacional que eligió. Pese a las dificultades, el héroe nacional vietnamita siguió participando en las actividades en la Internacional Comunista e investigando el marxismo-leninismo, y al mismo tiempo persistió en su pensamiento y dirigió la revolución vietnamita.

Los sucesos de aquel tiempo reflejaron las reglas de la Revolución vietnamita, la persistencia y la confianza absoluta de Nguyen Ai Quoc - Ho Chi Minh en el camino liderado por el PCV, el de la independencia nacional vinculada con el socialismo.

A principios de 1941, Nguyen Ai Quoc-Ho Chi Minh regresó al país y dirigió el movimiento revolucionario para materializar las metas revolucionarias planteadas en la primera Plataforma del PCV.

El octavo pleno del Comité Central del PCV, efectuado en mayo de 1941, discutió la situación nacional e internacional y planteó numerosas tareas importantes, incluidas las de poner la liberación nacional por encima de todo, dejar al lado la revolución agraria, eliminar los asuntos relacionados con la Unión Indochina, fundar el Frente de Viet Minh (Liga para la independencia de Vietnam) y realizar la gran unidad nacional basada en la alianza de la clase trabajadora y los campesinos.

Bajo el liderazgo del Partido y la implementación de las mencionadas tareas, el pueblo vietnamita logró la victoria en la Revolución de Agosto en 1945. Se trata del primer triunfo del pensamiento de Ho Chi Minh, el cual afirmó la certeza del camino revolucionario elegido por el líder nacional, el PCV y el pueblo.

Persistente en el camino de la independencia nacional y el socialismo, después de esa victoria, el Presidente Ho Chi Minh y el Partido lideraron el pueblo vietnamita a lograr el triunfo en dos guerras contra el colonialismo francés y el imperialismo estadounidense, cumpliendo la causa revolucionaria democrática del pueblo y reunificando el país. Desde entonces, todo el país entró en la construcción del socialismo.

Después de 35 años de realizar la política ‘Doi Moi’ (Renovación), bajo el liderazgo del PCV, la Revolución vietnamita ha alcanzado logros de gran significación histórica. El país ha superado numerosos desafíos y dificultades para mejorar la posición en la arena internacional, garantizar la independencia nacional, y elevar la calidad de la vida espiritual y material del pueblo.

Uno de los puntales de esos logros es la persistencia del Partido y el pueblo en la implementación de la causa de construcción y defensa de la Patria, según el camino elegido por el Presidente Ho Chi Minh, el PCV y el pueblo, el de la independencia nacional vinculada con el socialismo.

Las prácticas de la revolución vietnamita en el siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI, junto con los logros alcanzados, reafirman la corrección y la creatividad del camino de liberación y desarrollo nacional que el Presidente eligió con firmeza para liderar el país. Esto no solo fue un camino para liberar la nación, sino también contribuyó a liberar a la clase obrera del yugo de la opresión y la explotación. Ese camino, además de cumplir con los requisitos del pueblo vietnamita, resulta adecuado con la tendencia del desarrollo de la humanidad progresista.