Una bomba remanente de la guerra, de 226 kilogramos, fue desactivada de forma segura por el mando militar y zapadores de la provincia central de Nghe An, el 8 de abril.
La racionalización del aparato organizativo del sistema político se ha convertido en una tarea estratégica imprescindible que no puede postergarse, especialmente en un momento en que Vietnam se prepara para entrar en una nueva etapa de desarrollo.