En conmemoración del 77 aniversario de la Revolución de Agosto (19 de agosto de 1945-19 de agosto de 2022)

Aplicación de experiencias en el fomento del bloque de gran unidad nacional

Entre las valiosas experiencias que dejó la victoria de la Revolución de Agosto de 1945 al Partido, el pueblo y el ejército vietnamitas, las referentes a la construcción del bloque de gran unidad nacional y la promoción de su fuerza conservan sus valores y necesitan estudiarse, aplicarse con creatividad y multiplicarse en el actual contexto.

Foto de ilustración. (Fotografía: VNA)
Foto de ilustración. (Fotografía: VNA)

La victoria de la Revolución de Agosto resultó de un arduo movimiento a lo largo de los 15 años desde que nació el Partido Comunista de Vietnam y fue producto de factores subjetivos y objetivos. Uno de sus cruciales propulsores consiste en que esa organización política logró despertar y promover la fuerza del bloque de gran unidad nacional.

En el período 1939-1945, cuando estaba en curso la movilización a favor de un levantamiento general que luego pasó a la historia como la Revolución de Agosto, el Partido abordó la cuestión de supervivencia de la nación aseverando: “En este momento si no se resuelve el problema de liberación nacional ni se logra la independencia y la libertad a la nación, no solo el país vivirá eternamente esclavizado, sino que los derechos de las clases sociales tampoco se podrán reclamar incluso tras miles de años”.

Con vistas a congregar a la masa y aprovechar todas las fuerzas patrióticas en la lucha contra los colonialistas y fascistas hasta conquistar la independencia, el Comité Central del Partido decidió fundar la Liga para la Independencia de Vietnam, o el frente Viet Minh. Este organismo declaró su Manifiesto, Programa de acción y Estatuto realzando la bandera de la gran unidad nacional.

A saber, expresó: “...todos los compatriotas patrióticos, sin distinguir entre ricos y pobres, mayores y jóvenes, hombres y mujeres, ni por religiones y tendencias políticas, juntos fraguan la liberación nacional y la sobrevivencia”.

El Manifiesto y el Programa de acción del Viet Minh concordaron con las sinceras aspiraciones de la población, por lo que el frente consiguió reunir a todas las etnias y todos los segmentos en el país como terratenientes, campesinos, obreros, comerciantes, intelectuales, mujeres, jóvenes, adolescentes y niños.

En una conferencia celebrada en 1943 en Vong La, del distrito hanoyense de Dong Anh, la Junta Permanente del Comité Central del Partido se propuso aliarse con los partidos políticos y colectivos de patriotas dentro y fuera de Vietnam que no habían ingresado al Viet Minh. Además, trató de impulsar la movilización de obreros, campesinos, soldados, jóvenes, mujeres, burgueses, terratenientes patriotas, minorías étnicas y la diáspora china, y establecer los llamados Grupos Culturales de Salvación Nacional en ciudades para aglutinar a los intelectuales y los activistas culturales.

Gracias a esas correctas pautas, el Partido suscitó una sinergia nacional; los vietnamitas de cualquier edad, sexo, etnia y religión se levantaron unánimemente contra los colonialistas y fascistas por independizarse. El Levantamiento general del Agosto de 1945 fue un emblema de la combinación de fuerzas de la nación y una vívida prueba del consenso de todo el pueblo bajo la guía del Partido y el liderazgo de Ho Chi Minh, cuya meta era “emplear nuestras propias fuerzas para liberarnos”.

Valiéndose de las experiencias de construcción del bloque de gran unidad nacional en esa gran sublevación, los vietnamitas entraron en la resistencia antifrancesa determinados a “mejor sacrificarlo todo que perder el país y volver a ser esclavos” y con el espíritu: “Cualquier hombre, mujer, anciano o joven, sin importar su religión, partido político y etnia, si es vietnamita, debe luchar contra el colonialismo francés para salvar su Patria”. De nuevo, la nación entera se puso de pie para reivindicar su independencia y libertad.

Basándose en la estrategia de resistencia que involucra a todo el pueblo, en todos los campos, de autosuficiencia y según el lema de “librar la guerra de resistencia y a la vez construir el país, batallar y a la vez acumular las fuerzas, luchar en el frente y a la vez fortalecer la retaguardia”, así como gracias a sus adecuadas tácticas, el ejército y el pueblo vietnamitas vencieron una tras otra las campañas militares enemigas.

A nueve años, atravesando más de tres mil días y noches de lucha ardua y vidas entregadas, pero inmensamente valientes y orgullosos, el pueblo vietnamita, bajo el liderazgo del Partido, alcanzó la victoria de Dien Bien Phu, que “resonó en cinco continentes y estremeció al mundo”.

En la guerra de resistencia contra la invasión estadounidense por la salvación nacional, con la firme convicción de que "a pesar de todas las dificultades y sacrificios que se nos presenten, definitivamente obtendremos la victoria completa", el pueblo vietnamita se levantó para luchar contra el imperialismo estadounidense y sus secuaces. El consenso de todas las capas populares fue la raíz de la victoria gloriosa en la guerra antiyanqui para salvar la nación, liberar completamente el sur y reunificar el país, abriendo así una nueva era en la historia de Vietnam, la de independencia y unificación, para avanzar hacia el socialismo.

La victoria de esa guerra de resistencia constituye una prueba elocuente de la fuerza de unidad del pueblo vietnamita. Esa hazaña se debió a que el Partido y el Presidente Ho Chi Minh se dieron cuenta de la importancia y la grandeza de la fuerza y la unidad del pueblo, cumpliendo con el criterio de "aunque las cosas sean fáciles no se pueden hacer sin el pueblo, y con el pueblo las más difíciles se pueden resolver" y "Unidad, unidad, gran unidad/Éxito, éxito, gran éxito”.

Heredando y promoviendo las lecciones aprendidas en la construcción del gran bloque de unidad nacional, en el período de “Doi Moi” (Renovación), el Partido continúa enalteciendo el lema "La gran unidad nacional es un lineamiento estratégico de la Revolución vietnamita, una fuerza motriz y un gran recurso en la edificación y defensa de la Patria".

Esa línea transversal siempre se ha interiorizado y concretado a través de las actividades iniciadas por el Frente de la Patria de Vietnam, una organización que representa la voluntad, la aspiración y la unidad de acción de todo el pueblo, contribuyendo así a despertar el patriotismo y la fuerza endógena de la nación, fortalecer la fuerza de la gran unidad nacional combinada con la fuerza de la época y promover la voluntad de autofortalecimiento del pueblo, en beneficio de la construcción y defensa de la Patria socialista vietnamita.

Los movimientos de emulación patriótica lanzados por el Frente de la Patria de Vietnam y las organizaciones sociopolíticas han recibido una respuesta entusiasta y responsable de todas las clases populares.

En particular, en los dos pasados años, respondiendo al llamamiento del Secretario General del PCV a mayores esfuerzos de los militantes, soldados y coterráneos dentro y fuera del país en la lucha contra la pandemia del Covid-19, todos los sectores, ramas y localidades movilizaron la fuerza popular, promoviendo el espíritu de solidaridad, patriotismo y apoyo muto de la nación para luchar juntos contra la enfermedad y apoyar a los compatriotas de la región central del país a superar las pérdidas causadas por inundaciones y tormentas consecutivas.

Gracias a los movimientos de emulación patriótica promovidos en todos los niveles y ramas, han aparecido numerosas personas ejemplares en todos los ámbitos de la vida. Los ejemplos del personal médico, soldados del ejército y agentes de seguridad pública, junto con los esfuerzos unidos de todo el sistema político y todos los ciudadanos en el combate contra el Covid-19 para garantizar que “nadie se quede atrás”, son una prueba vívida del patriotismo de las clases populares en el nuevo contexto.

Las experiencias de estos años en la prevención y lucha contra la pandemia son una clara evidencia del lema “Cuantas más dificultades y desafíos, más se forjan la tradición y el patriotismo, la solidaridad y la coherencia de cada ciudadano vietnamita". Estos valores continúan siendo preservados y brillan con el espíritu: “Un patriota hace cualquier cosa que sea beneficiosa para el pueblo, sin importar lo difícil que sea, trabajando duro para que suceda. Ante cualquier cosa dañina al pueblo, por difícil que sea, hay que mantener todos los esfuerzos para eliminarla”.

En el contexto actual, para hacer realidad la aspiración de construir un Vietnam más próspero y feliz, planteada en el XIII Congreso Nacional del PCV, todos los niveles e instancias del Partido, las autoridades y el Frente de la Patria deben interiorizar el lema: “El pueblo sabe, debate, participa, comprueba, supervisa y se beneficia” y concretar las lecciones aprendidas: “El pueblo es el centro y sujeto de la renovación, construcción y defensa de la Patria”.

Por otro lado, es necesario impulsar las campañas y los movimientos de emulación para despertar con fuerza el patriotismo, la resiliencia nacional y la fuerza de gran unidad nacional. En esta senda, deben concentrarse en promover la democracia, asegurar la igualdad y el respeto mutuo entre las personas de todos los ámbitos de la vida, en aras de contribuir con esfuerzos y sabiduría para lograr un desarrollo más rápido y sostenible a la par con otros países del mundo, como siempre deseaba el presidente Ho Chi Minh.